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hace 6 meses
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En el trayecto los factores pueden cambiar la hoja de ruta, de modo leve o brusco. De acuerdo al Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el valor de las importaciones de motocicletas creció un 62,62% en los últimos cinco años, al pasar de $us 49,3 millones en 2019, a $us 80,2 millones el año pasado. Comparadas con 2022, ($us 80,9 millones) las importaciones cayeron un 0,8%.
Para comprender el contexto del crecimiento en las importaciones quinquenales de las dos ruedas, el punto de partida fueron la pandemia de Covid-19 y los paros cívicos (primero de 21 y luego de 36 días), dos eventos históricos que obligaron a modificar drásticamente la rutina cotidiana de las personas, sin aglomeraciones de gente, optando por un medio de transporte rápido y económico. Las exigencias laborales o empresariales o por asuntos exclusivamente de paseo o esparcimiento, impulsó a que las ventas de motocicletas, en esa coyuntura sanitaria y social, subieran.
Muchas personas consideraron adquirir su propia motocicleta y por lo tanto la demanda se elevó con fuerza en esos años. En Santa Cruz, la marca Yamaha, comercializada e importada por Toyosa, acerca de las cifras del IBCE, recalca que esta caída no fue tan drástica porque para la firma el año pasado se tuvo un año normal, ya que los eventos mencionados anteriormente abrieron un nuevo mercado de nuevos usuarios. El gerente nacional comercial, Paulo Ribera, remarca que la pandemia hizo que transportarse en motocicleta sea mucho más seguro que usar transporte público; además originando la explosión en el crecimiento de los servicios de delivery. En tanto que, por la convulsión social, los paros obligaron a que las personas sientan la necesidad de tener una motocicleta para poder moverse con mayor facilidad.
Para Ricardo Bustillos, gerente comercial de Motoland Importaciones de la División 2 Ruedas, este descenso del valor de las importaciones del 2022 hacia el 2023 (0,8%) es mínimo, lo cual demuestra un freno en el crecimiento sostenido de este indicador en los últimos años. “El incremento de la tasa de transferencia de divisas al exterior limita las posibilidades de hacer una reposición de producto de manera normal, lo cual se vio más acentuado en el último semestre del 2023 hasta la actualidad, ya que los importadores se abstuvieron de hacer pedidos en los volúmenes habituales y estamos obligados a traspasar este costo al precio público final, lo cual hace que las ventas sean menos fluidas que meses pasados”, explica.
Asimismo, Bustillos afirma que el volumen de importación solo tiene una leve caída monetariamente hablando, pero el valor de las motocicletas a lo largo de los últimos años se ha incrementado en su FOB, esto genera que se visualice una leve caída monetaria, pero en unidades si se ve la diferencia. FOB (del inglés Free On Board, Libre a bordo, puerto de carga convenido) es un incoterm —una cláusula de comercio internacional— que se utiliza para operaciones de compraventa en las que el transporte de la mercancía se realiza por barco, ya sea marítimo o fluvial. Con relación al comportamiento de ventas en la gestión 2023 Motoland ha logrado tener un volumen de ventas aceptable, si bien no ha sido el resultado esperado, se ha logrado tener una estabilidad en las ventas comparadas al 2022. Esta estabilidad se debe al liderazgo de la marca india Bajaj en el mercado boliviano. Bustillos apunta a las acciones certeras que se ajustaron y “que nos han dado un resultado positivo pese a las dificultades macroeconómicas que atraviesa nuestro país, tales como el incremento en las tasas de transferencia de dinero al exterior; que es la variable más delicada para la importación de producto”.
Reconoce que en el historial de ventas han tenido gestiones con resultados más altos en volumen de ventas, pese a factores que fueron “muy influyentes como el Covid y la subida en el costeo de transporte marítimo en su momento” que también han sobrellevado y logrado estabilidad en ventas y – dice Bustillos- “manteniéndonos como líderes en el mercado”.
Motoland también oferta el modelo reconocido como Torito, en el segmento motocarro con la marca Bajaj RE, el vehículo de 3 ruedas más popular para el transporte de pasajeros. Miguel Angel Endara, gerente comercial de esta división, indica que proporciona medios y fuente de ingreso para miles de conductores, asociaciones de transportistas, mecánicos y distribuidores autorizados.
Moxos Import Export que comercializa opciones en marcas de motocicletas y electrodomésticos, observa que pese a que en especial, el último trimestre del año se acentuó la crisis financiera y se experimentó una fuerte ausencia de la divisa oficial extranjera (dólares americanos), la empresa cerró la gestión con buenos números y una creciente presencia en el mercado nacional.
Ratifica la información del IBCE respecto a que “efectivamente la demanda por el consumo de las motocicletas en el país tuvo un gran crecimiento; al inicio este efecto se dio como una salida de la crisis sanitaria por la pandemia Covid-19”.
Sin embargo; en la gestión 2023, se puede prestar atención a una cierta estabilidad ante la escalada. Para Tito Daniel Justiniano, jefe comercial y marketing de la sucursal Santa Cruz, esta situación se debe a que la crisis económica se acentuó en la mayoría de los hogares bolivianos, y a nivel de importación la situación se complica mucho debido a la gran dificultad de poder acceder a la moneda oficial extranjera para cumplir con las obligaciones de los fabricantes en el extranjero. El valor paralelo del dólar y el cobro de altas comisiones al extranjero influyen de forma directa en el costo de los productos importados y eso golpea al poder adquisitivo del consumidor final, ralentizando la economía del país.