Hans Montaño Núñez
hace 8 meses
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La hazaña de respirar y emocionarse con los motorizados permanece con un protagonista de primer nivel: el Club de Bugguies Santa Cruz, que continúa el ascenso de este deporte ‘tuerca’, que cada vez multiplica más la afición y también nuevos representantes de los fierros.
El club cruceño de bugguies es la única asociación que está corriendo en casi todos los municipios de Santa Cruz y este año tiene la mentalidad fija bajo el slogan: “Seguridad para todos”, tanto de los pilotos, navegantes como para el público en general y la prensa deportiva que cubre.
Esa es la prioridad que buscan; aparte que en estos tiempos el club viene ayudando a la reactivación económica en aquellos lugares donde participa y, sobre todo, llevando encima “las ganas y predisposición de trabajar por el club que tanto queremos”, expresa Fernando Guaristy, presidente del Club de Buggies Santa Cruz, quien acaba de asumir el liderazgo del club por una gestión de dos años.
La seguridad es una de las grandes metas que continuamente quieren aplicar, factor que no es nuevo, pero que necesita insistencia. Cualquiera cree y dice, según Guaristy, que el buggie es un vehículo peligroso que no cumple con las normas de seguridad, sin embargo; los competidores de forma permanente implementan las medidas de rigor contra los accidentes en las rutas.
En la actualidad, el realce de los bugguies es grande. Los integrantes del club son más de 60, aunque algunos vehículos no están terminados o tienen problemas; pero lo cierto es que los involucrados en logística o temas mecánicos dinamizan bastante a los bugguies. Por ejemplo, el taller de ‘Tito’ Baigorria atiende a 90 bugguies y es de los fabricantes más importantes en el medio local y nacional. Baigorria además continua el trabajo que inició su padre “Chingo” Baigorria.
Los municipios cruceños son testigos de la audacia y velocidad de los bugguies, desde Warnes, hasta Puerto Quijarro, pasando por Cotoca. Esta es la diferencia principal porque donde impresionan con las carreras, dejan huellas y, sobre todo, recuerdos.
A menos de un mes de su arranque y con las sensaciones “a mil”, Guaristy adelanta el lanzamiento del Campeonato Departamental de Bugguies será en Warnes, localidad y escenario de la primera fecha - 5, 6 y 7 de abril -, luego la segunda fecha se llevará a cabo en Paurito; en junio trasladarán sus máquinas hasta la frontera, Puerto Quijarro; en julio será en Porongo, agosto en Minero, septiembre en Cotoca, noviembre en Montero Hoyos y el cierre, como todos los años, en diciembre, será en La Guardia. Son 8 fechas del campeonato departamental que este año se denomina “Walter Vargas Saénz”, en honor al tío de un competidor.
Todos los municipios prestan ayuda en la dotación de maquinarias para el arreglo de caminos; y para resaltar está la Alcaldía de Minero que “vacía” su personal para la carrera, paralizando al pueblo por dos o tres días. En retribución, los pobladores reciben un buen espectáculo de velocidad.
En Warnes será la primera y fecha esperada con ansias que apunta a reunir arriba de 40 pilotos inscritos como siempre sucedió en las competiciones anuales. El despliegue de las carreras en los pueblos transforma estos lugares, haciéndolas atractivas para los pobladores porque ayudan a las ventas y generan movimiento económico a las comunidades y municipios. “Llevamos alegría y satisfacción a esta gente porque nuestras máquinas, mínimo, mueven 10 personas, entre mecánicos, auxilio, familiares y otras amistades invitadas. Eso es lo bonito por lo dinámico de los buggies… y también nos deja tranquilos de que vamos a hacer una buena gestión”, indica Guaristy.
Las categorías en las que compiten son seis: Open, hasta 1.600 CC, (bugguies-especial), 1.600 (buggies-estándar), bugguies 2.000 y todo terreno, 1.600 (jeep y camionetas) y la UTB, (terys).
Una pasión
El deporte de los fierros no paga, sin embargo; genera satisfacciones y orgullo de participar en las competiciones. “No somos profesionales en esto, este deporte más bien nos hace gastar. Por favor no nos pregunten cuánto porque en la casa nos genera problemas”, expresa Guaristy mostrando una sonrisa.
“Fui o ser campeón…o estoy bregando para ser campeón, ese reconocimiento de la gente nos deja tranquilos de que las cosas se están haciendo bien”, dice. Por otra parte, el hijo de Guaristy, Luis Fernando, es corredor y desarrolla la pasión heredada saliendo campeón en 2022 al mando del bugguie de su progenitor.
El presidente del Club de Bugguies Santa Cruz, Fernando Guaristy
El Club de Buggies Santa Cruz inició en las cabañas del río Piraí con un grupo que probaban los denominados ‘tubulares’; el club fue fundado el 4 de diciembre del 2004 en La Guardia dejando el legado de seguir con los buggies. En el 2015 obtuvo su personería jurídica.
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