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hace 4 semanas
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Stellantis se enfrenta a una situación complicada ante las estrictas normativas de emisiones y consumos que comenzarán a regir en Europa a partir de 2025. Con el objetivo de evitar sanciones millonarias por exceder los límites de emisiones establecidos para su flota, el gigante automotriz, que agrupa a 14 marcas, ha decidido reducir drásticamente la producción de vehículos con motor de combustión. Así lo reveló Jean-Philippe Imparato, COO de Stellantis, en una entrevista con Automotive News.
La compañía aplicará esta medida desde el próximo mes en varias de sus fábricas en Europa. Este movimiento responde a los nuevos límites de emisiones que impondrán un promedio de 93,6 g/km de CO₂ para las flotas de las automotrices, un 19% menos que el objetivo actual de 115,1 g/km. En caso de exceder estos valores, las empresas deberán pagar una multa de 95 euros por gramo adicional de CO₂ por cada vehículo, lo que para un grupo del tamaño de Stellantis podría traducirse en sanciones de entre 10.000 y 15.000 millones de euros.
El panorama es complicado: aunque Stellantis busca evitar estas multas, el mercado europeo aún muestra una fuerte preferencia por los motores de combustión, y las ventas de vehículos eléctricos han caído un 15,2% en lo que va de 2024. Esta situación coloca a la empresa en una disyuntiva, ya que reducir la producción de vehículos de combustión podría traducirse en una pérdida significativa de ingresos, aunque permitiría evitar sanciones por emisiones.